El monte Saint Michel se encuentra en una pequeña isla rocosa en la región de Normandía, Francia.
Cuando sube la marea, el monte queda completamente rodeado de agua, y cuando baja, se puede acceder a él a pie.
La arquitectura de Mount Saint Michel es una mezcla de estilos gótico, románico y renacentista.
Cuenta la leyenda que San Miguel, el Arcángel, quería un abadía en la isla Mont Tomb. Apareció tres veces a San Aubert, quien lo ignoró una y otra vez. Así que, el Arcángel decidió convencerlo quemándole un agujero en el cráneo con su dedo.
En la época medieval se añadieron fortificaciones para defenderlo de los ataques y además se convirtió en un importante centro de peregrinación y aprendizaje, atrayendo a monjes, eruditos y peregrinos.
Después de la Revolución Francesa, fue utilizada como prisión por la dificultad para escapar.
Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979