El Misterioso Monasterio de Sumela: Secretos en las Alturas de Turquía
En lo profundo de las montañas pónticas de Turquía, un antiguo monasterio cuelga precariamente sobre un acantilado. Es el Monasterio de Sumela del siglo iv, un lugar envuelto en leyendas y secretos. Pero, ¿qué historias se ocultan detrás de sus muros centenarios?
Según la tradición, estos dos sacerdotes atenienses recibieron una visión de la Virgen María que les reveló la existencia de un icono sagrado pintado por el apóstol Lucas, escondido en algún lugar de los Alpes Pónticos.
Guiados por esta visión divina, los monjes exploraron la región hasta encontrar una cueva donde descubrieron un oscuro retrato de la Virgen María con el Niño Jesús. Este icono, bautizado como la Panagia Soumela, se convirtió en el centro de la fundación del monasterio bizantino.
Los monjes ortodoxos interpretaron este hallazgo como una señal milagrosa y decidieron construir el monasterio en ese preciso lugar, en el año 386 d.c , eligiendo una ubicación espectacular colgando del acantilado a casi 1200 metros de altura.
El monasterio ofrece vistas espectaculares al valle de Altindere. Esta ubicación única le ha valido el apodo de "monasterio colgante".
El monasterio parece desafiar la gravedad. Su ubicación no solo es espectacular, sino que también inspira preguntas sobre cómo se construyó en un lugar tan inaccesible.
El nombre "Sumela" proviene del término griego "Melas", que significa negro, posiblemente relacionado con el color del icono original o con las Montañas Negras (Karadaglar) donde se ubica el monasterio.
El complejo se compone de una serie de edificios, capillas y 72 habitaciones construidos a lo largo de siglos, adaptándose orgánicamente a las irregularidades del terreno.
Su fachada es impresionante: Presenta una estructura de varios pisos que parece aferrarse a la pared del acantilado, creando la ilusión de estar suspendida en el aire.
Los edificios parecen emerger de la misma roca, desafiando las leyes de la gravedad
El complejo cuenta con 72 habitaciones y está repleto de impresionantes obras de arte religioso.La Iglesia de la Roca contiene 140 historias diferentes pintadas en sus paredes, narrando desde la creación en el Génesis hasta la ascensión de Jesús
El monasterio tiene una fuente que recoge el agua del deshielo de la montaña, venerada desde la antigüedad.
A lo largo de su existencia, el monasterio ha pasado por múltiples fases de destrucción y reconstrucción. Fue saqueado y quemado en el 650 d.C., pero posteriormente restaurado y ampliado por varios emperadores incluyendo a Justiniano.
Pero, ¿qué motivó a estos líderes a invertir en un lugar tan remoto? ¿Qué secretos guardaba el monasterio que eran dignos de tal atención imperial?
Durante el Imperio de Trebisonda en el siglo XIV, Sumela adquirió una riqueza considerable gracias a las donaciones y fondos imperiales. Incluso después de la conquista otomana en 1461, el sultán Mehmed II protegió el monasterio, permitiendo que los monjes se quedaran allí.
Y no solo se quedaron sino que prosperaron.
Se cree que el monasterio gozaba de protección divina. A pesar de su ubicación precaria en un acantilado, sobrevivió durante siglos, resistiendo terremotos y otros desastres naturales.
Existe una historia local que sugiere que los musulmanes de la zona atribuían poderes curativos a los frescos del monasterio. Según esta leyenda, raspaban las caras de las figuras en los frescos, especialmente los ojos, hervían las astillas de pintura y bebían el agua, creyendo que los bendeciría.
Estas leyendas e historias milagrosas contribuyeron significativamente a la importancia religiosa y cultural del Monasterio de Sumela, convirtiéndolo en un importante centro de peregrinación y veneración a lo largo de su historia.
En 1682, el monasterio albergó la Escuela de Trebisonda, una institución educativa griega prominente.
Pero pronto iba a cambiar el destino del monasterio, y para peor.
Entre 1914 y 1923, se produjo una persecución a la población griega en Anatolia y Siria.
Aproximadamente 353,000 griegos pónticos perecieron, muchos durante marchas forzadas en Anatolia y Siria.
El genocidio resultó en la eliminación casi total de la población griega indígena de Asia Menor, que había vivido allí durante milenios.
El final de la primera mundial en 1918 llevó a la desmembración del Imperio Otomano.
Eso llevó a una reacción de Grecia que atacó Turquía en 1919. El Imperio Otomano, aliado de Alemania, fue derrotado en la Primera Guerra Mundial, lo que llevó a su desmembramiento.
Grecia, trató de aprovechar el momento para expandir su territorio y realizar la "Megali Idea" (Gran Idea), que incluía la reconquista de territorios históricamente griegos, incluyendo partes de Anatolia e incluso Constantinopla
El 15 de mayo de 1919, tropas griegas desembarcaron en Esmirna (actual Izmir), lo que se considera el inicio de la guerra.
El general otomano Mustafá Kemal (posteriormente conocido como Atatürk) organizó un movimiento de resistencia nacional contra la ocupación.
En 1922, las fuerzas nacionalistas turcas derrotaron decisivamente a las tropas griegas en Asia Menor, lo que dió lugar al establecimiento de la República de Turquía, liderada por Mustafá Kemal Atatürk.
El acuerdo de paz de Lausana, firmado el 24 de julio de 1923, incluyó una cláusula sobre el intercambio de poblaciones entre Grecia y Turquía.
Aunque el intercambio se basó nominalmente en la identidad étnica, en la práctica se utilizó la religión como criterio principal. Esto significó que los cristianos ortodoxos de Turquía (incluidos los monjes de Sumela) debían trasladarse a Grecia, mientras que los musulmanes de Grecia debían ir a Turquía.
Para Turquía, el intercambio fue una manera de hacer permanente el éxodo de griegos que ya había comenzado debido al genocidio griego (1914-1922) y la derrota de Grecia en la Guerra greco-turca.
Como resultado de este intercambio, aproximadamente 1,5 millones de cristianos ortodoxos griegos fueron expulsados de Turquía, incluyendo a los monjes del Monasterio de Sumela. Este evento marcó el fin de siglos de presencia monástica en Sumela y transformó el monasterio de un centro religioso activo a un sitio histórico y atracción turística
En 1923, ante un intercambio forzoso de población entre Grecia y Turquía, los monjes abandonaron Sumela no sin antes esconder un famoso icono bajo la capilla de Santa Bárbara.
Los monjes se vieron obligados a enterrarlo porque no se les permitió llevar propiedades consigo.
En 1930, aproximadamente siete años después del abandono del monasterio, un monje regresó secretamente a Sumela y recuperó el icono enterrado.
Tras su recuperación, el icono fue trasladado al nuevo Monasterio de Panagia de Soumela, ubicado en las laderas del Monte Vermion, cerca de la ciudad de Naousa, en Macedonia, Grecia.
Entre 2015 y 2019, el monasterio estuvo cerrado al público debido a caídas de rocas.
¿Vive alguien hoy en el monasterio de Sumela?
No, actualmente no vive nadie en el Monasterio de Sumela. El monasterio ya no funciona como una comunidad religiosa activa, sino que se ha convertido en un museo estatal y una atracción turística
El Monasterio de Sumela es más que un simple monumento; es un recuerdo de la presencia cristiana en la actual Turquía y a la vez un prodigio de historia y misterio.
A medida que caminas por sus pasillos, no puedes evitar preguntarte qué otros secretos esperan ser descubiertos.
Información práctica
¿Cómo se llega al monasterio de Sumela?
El aeropuerto más cercano es Trebisondia (Trabzon) que está a unos 45 km de Trabzon.
Hay varias opciones de transporte:
En coche
Alquiler de coche: Esta es una opción popular. Desde el aeropuerto de Trabzon, puedes seguir la carretera D885/E97 hasta maçka y luego desviarte hacia el monasterio. Las carreteras están bien señalizadas y en buen estado.
Estacionamiento: Deberás dejar el coche en un parking cercano al monasterio. El costo del parking varía según el tiempo que permanezcas, y desde allí puedes tomar un minibús que te llevará al monasterio en aproximadamente 10 minutos.
Desde el parking, también puedes optar por caminar hasta el monasterio. La caminata es de aproximadamente 4 km cuesta arriba, lo que puede ser exigente, pero ofrece vistas panorámicas del entorno
Transporte público
Minibuses (dolmus): Durante el verano, hay servicios directos de minibuses desde Trabzon hasta el monasterio. En invierno, es posible que solo haya buses hasta Maçka, desde donde puedes tomar un taxi o buscar otros medios de transporte.
Autobús a Maçka: Otra opción es tomar un autobús a Maçka y luego buscar un taxi o un minibús que suba al monasterio.
Tours organizados
Si prefieres no preocuparte por los horarios de transporte, puedes optar por un tour organizado desde Trabzon que incluya la visita al monasterio. Esto puede simplificar tu experiencia y garantizar que tengas tiempo suficiente para explorar.
Horarios de apertura
El Monasterio de Sumela abre todos los días del año, pero con horarios diferentes según la temporada:
De abril a octubre: abierto de 8:00 a 18:00 horas
De noviembre a marzo: abierto de 8:00 a 16:00 horas
Mejores épocas para visitar
Aunque no se menciona específicamente la mejor época para visitar, podemos inferir algunas recomendaciones:
Temporada alta (abril a octubre):
Ventajas: Días más largos, horario de apertura extendido.
Desventajas: Posiblemente más concurrido.
Temporada baja (noviembre a marzo):
Ventajas: Menos turistas, experiencia más tranquila.
Desventajas: Días más cortos, horario de apertura reducido.
Consejos para la visita
Se recomienda visitar a primera hora de la mañana para evitar aglomeraciones, especialmente si va en temporada alta.
El norte de Turquía puede ser lluvioso, así que es aconsejable llevar un chubasquero o paraguas, especialmente en meses más húmedos.
Considere el clima al planificar su visita, ya que las condiciones meteorológicas pueden afectar la experiencia y las vistas panorámicas.
Alojamiento
¿Hay posibilidades de alojamiento cerca del Monasterio de Sumela?
Sí, hay opciones de alojamiento cerca del Monasterio de Sumela. Aunque muchos visitantes eligen hospedarse en Trabzon, que está a unos 45 km del monasterio, también hay alternativas más cercanas.
Una opción recomendada es el hotel MEŞEİÇİ BUTiK que se encuentra a menos de 4 km del monasterio, ofreciendo una buena calidad y comodidad para los visitantes.
Además, el Star Suit Hotel, ubicado cerca del aeropuerto de Trabzon, es otra alternativa popular, conocido por su limpieza y desayuno incluido, aunque está un poco más alejado del monasterio.
Para aquellos que prefieren estar más cerca de la atracción principal, buscar alojamientos en la localidad de Maçka, que está en la ruta hacia el monasterio, puede ser una buena opción.
Cuánto cuesta la entrada
La entrada al Monasterio de Sumela cuesta 20 euros. Este precio permite acceder al monasterio, que es una de las principales atracciones turísticas en la región de Trabzon, Turquía. Además, si adquieres el Museum Pass, que tiene un costo de 165 euros, esta visita está incluida en el pase, lo que puede ser beneficioso si planeas visitar otros museos en la zona